El partido de Mestalla respondió a las expectativas. Mestalla es uno de los campos en los que pueden pinchar los grandes porque el Valencia, pese a todos los problemas que desde hace tiempo le aquejan, siempre es uno de los equipos aspirantes a ser grande.
Y el Barcelona pinchó en Mestalla, pese a todos los pesares, pese a hacer uso de sus influencias en la Federación de Villar para que Xavi pudiera regresar a casa antes de lo previsto y estar descansado para el partido contra el Valencia. Así que la Liga vuelve a ponerse al rojo vivo porque sólo un punto separa ahora al Real Madrid del Barça.
El Sevilla se ha vuelto a descolgar, como estaba previsto, por lo que la Liga vuelve a ser cosa de dos. Ese Sevilla que entusiasmara en el Sánchez Pizjuán ante el Real Madrid, en Riazor dio la de arena y perdió con todas las de la ley. Lotina sacó buena nota de lo que vio en el Sevilla-Real Madrid y tanto Navas como Perotti pasaron inadvertidos en Riazor. No llegaron ni al aprobado.
Pero Lotina no es ingeniero, simplemente un tipo que sabe de fútbol. Y, por supuesto, no cometió los errores de Pellegrini en Sevilla. Total, que ganó al Sevilla con solvencia y le apeó de la carrera por el título… si Pellegrini quiere. Pero eso no está claro.
No lo está porque el chileno aún no ha dado con la fórmula mágica. El Real Madrid, ciertamente, goleó al Valladolid. Los goles fueron muy bonitos, espectaculares algunos de ellos, pero ganar 4-2 al Valladolid en el Bernabéu no tiene ningún mérito.
Lo que sí tiene mérito es ganarle al Sevilla en su casa y Pellegrini no es capaz de eso, tal como se ha comprobado. Sin embargo, el Valencia le acaba de llenar el depósito de gasolina y por eso sigue en la carrera. En el fondo, es un tipo con suerte.