Vuelve la Liga con una jornada podría llamarse de trámite, a la espera de ese Barcelona-Real Madrid que puede batir todos los récords habidos y por haber. Y si no ocurre nada sorprendente ni extraño, esto es, si este sábado se cumple la lógica, Real Madrid y Barcelona van a sumar tres puntitos más y se llegará al choque del Camp Nou con las cosas muy igualadas. Más emoción, imposible.
No van a jugar por lesión Ibrahimovic ni Guti. Pep Guardiola va a notar la baja del sueco más que Pellegrini la de Guti, puesto que uno es titular indiscutible, mientras que el madridista algunos días es suplente, otros está castigado y de vez en cuando juega, lo diga Agamenón o el ingeniero.
Lo tiene más complicado el Barcelona que el Real Madrid puesto que juega en San Mamés y los madridistas lo hacen en casa, aunque con Pellegrini en el banquillo nunca se sabe. En sus últimas declaraciones se vanagloriaba de las victorias ante el Xerez y Tenerife, sin ir más lejos, por lo que de este hombre se puede esperar ya cualquier cosa.
Aunque juege fuera de casa, el Barcelona no debería tener el menor problema para sumar los tres puntos. La diferencia entre uno y otro equipo es abismal. No hace tantos años que le hizo media docena el Barcelona al Athletic en San Mamés. Por el contrario, el Real Madrid, aunque juegue en casa, seguro que tiene más problemas, sobre todo si el capitán vuelve a estar en el once inicial. Que san Agapito nos coja confesados.
Lo de la semana próxima ya es otra cosa, empezando por ese Barcelona-Inter decisivo tanto para uno como para otro. Tendría gracia que Etoo, con las ganas que le tiene a su ex equipo, fuese el verdugo del Barça.